Bogotá vivió una lamentable tragedia este miércoles 11 de diciembre cuando una niña de cinco años falleció en el centro comercial Gran Estación tras ser impactada por un ventanal que cayó desde el segundo piso. El accidente, ocurrido alrededor de las 11:45 a. m., ha generado conmoción en la capital y un llamado a las autoridades para esclarecer las circunstancias del hecho.
La menor, de nacionalidad ecuatoriana, se encontraba acompañada por sus padres y otros familiares, quienes estaban de compras en el centro comercial. Según las primeras versiones, un ventanal de grandes dimensiones se desprendió de la fachada de un local comercial y golpeó directamente a la niña. Aunque el personal médico del lugar actuó con rapidez, la gravedad de las lesiones no permitió salvar su vida.
El centro comercial emitió un comunicado en el que lamentó profundamente el incidente, extendiendo sus condolencias y solidaridad a la familia de la menor. Además, indicó que se encuentra colaborando estrechamente con las autoridades para realizar una investigación exhaustiva que permita determinar las causas del accidente. “La seguridad de nuestros clientes y empleados es nuestra máxima prioridad, y no escatimaremos esfuerzos en este sentido”, señaló Gran Estación.

Las autoridades locales ya adelantan investigaciones para establecer si el accidente se debió a fallas en el mantenimiento de la infraestructura del centro comercial o si hubo algún otro factor que contribuyó al fatal desenlace. Mientras tanto, Gran Estación aseguró que ha iniciado una revisión integral de sus instalaciones para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Este trágico suceso pone de manifiesto la necesidad urgente de reforzar los estándares de seguridad y mantenimiento en espacios públicos. Las vidas de las personas, especialmente de los más vulnerables, no deben estar en riesgo debido a posibles negligencias estructurales. Este caso no solo exige respuestas rápidas y contundentes, sino también un ejemplo de responsabilidad empresarial que marque un precedente en el país. Las condolencias no bastan: la prevención debe ser prioritaria en lugares con alta afluencia de público.