La calificadora de riesgo Fitch Ratings mantuvo la calificación soberana de Colombia en BB+ con perspectiva estable, reflejando que el país aún se encuentra por debajo del grado de inversión perdido en 2021. El informe resaltó elementos positivos como la estabilidad macroeconómica, la independencia del Banco de la República y un régimen de metas de inflación que ha permitido un manejo adecuado de la política monetaria.
Fitch destacó que el Banco de la República acumuló reservas internacionales cercanas a USD 3.000 millones en 2024 y que el país cuenta con una línea flexible de crédito aprobada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) por USD 8.100 millones. Además, la Inversión Extranjera Directa (IED) ha mostrado resiliencia, representando el 4,4% del PIB en un entorno político incierto, y la inflación sigue descendiendo, con proyecciones de 5,3% al cierre de 2024 y 3% en 2025.
A pesar de estos avances, Fitch advirtió sobre riesgos fiscales significativos. La calificadora prevé que el déficit del Gobierno Central se ampliará al 5,6% del PIB en 2024, desde el 4,3% en 2023, debido a un desempeño inferior en los ingresos tributarios. También pronostica que la deuda consolidada del Gobierno podría alcanzar el 58,9% del PIB en 2026, superando la mediana de los países con calificación ‘BB’ de 54,5%.

Fitch señaló preocupaciones adicionales:
Carga de intereses: Se espera que la relación entre intereses e ingresos aumente a 14,6% en 2024, por encima del promedio de los países BB (10%).
Rigideces presupuestarias: La reciente reforma que incrementa las transferencias a municipios y departamentos podría aumentar las limitaciones fiscales, especialmente en el mediano plazo.
Crecimiento económico limitado: Se proyecta un crecimiento del 1,8% en 2024, con una recuperación al 2,8% en 2025, impulsada por una política monetaria menos restrictiva.
El informe también advierte sobre la necesidad de ajustar el gasto público para cumplir con los objetivos fiscales. Aunque el Ministerio de Hacienda anunció recortes por $33 billones en el presupuesto, Fitch expresó dudas sobre la eficacia de estas medidas para cerrar la brecha fiscal.
En conclusión, la calificación de Colombia refleja un balance entre fortalezas macroeconómicas y desafíos fiscales, que requieren ajustes estructurales para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.