Medellín enfrenta una preocupante oleada de ataques a vehículos en zonas críticas de la ciudad. Este sábado 26 de octubre, un conductor de bus de servicio público fue víctima de uno de estos incidentes, cuando una roca lanzada desde una zona verde cerca de la Universidad de Antioquia impactó su parabrisas. El hecho ocurrió en el conocido puente del Mico, un sector priorizado por las autoridades para la intervención de seguridad, junto con el puente de San Juan, ambos ubicados en la transitada Avenida Regional.
El alcalde Federico Gutiérrez ha destacado el crecimiento de la población de habitantes de calle, que pasó de 3,000 en 2019 a más de 8,000 en 2024, señalando que muchos de ellos frecuentan estos puntos para consumir estupefacientes. “Hemos reforzado la vigilancia en estos sitios con presencia de Policía, Ejército y personal de espacio público para enfrentar esta situación y proteger a los ciudadanos”, aseguró Gutiérrez, quien ha liderado los operativos en estas áreas de riesgo.
La concejala Claudia Carrasquilla, quien ha seguido de cerca este fenómeno, advierte que ya se han registrado más de 40 ataques similares en 2024. “Exijo que las secretarías de Seguridad, Movilidad, Inclusión Social, el Metro, la Policía y la Fiscalía tomen acciones preventivas y reactivas de inmediato. No podemos esperar a que simplemente se emitan órdenes de captura; necesitamos una intervención rápida y efectiva”, afirmó Carrasquilla.
Las autoridades están evaluando si estos ataques podrían estar incentivados por grupos o individuos que estarían financiando a habitantes de calle para llevar a cabo actos de vandalismo contra conductores. Videos en redes sociales han alimentado esta hipótesis, mostrando a personas aparentemente orquestando ataques similares, lo cual ha encendido las alarmas en el gobierno local sobre la posible manipulación de esta población en actos de violencia urbana.
