La Delegación de Paz del Gobierno colombiano anunció la suspensión de las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras el ataque terrorista que dejó dos soldados muertos y 26 heridos en Arauca. Este ataque, perpetrado con cilindros bomba en una zona cercana a un colegio, ha generado una condena generalizada y ha puesto en jaque el futuro del proceso de paz, que ya se encontraba en una situación delicada.
El presidente Gustavo Petro, en una declaración contundente, afirmó que el atentado «prácticamente» cerraba el proceso de paz con el ELN, dejando entrever que la continuidad de los diálogos estaba en duda. Sin embargo, la Delegación de Paz fue más cautelosa y en un comunicado señaló que el proceso queda suspendido, aunque la negociación podría retomarse si la guerrilla demuestra una «voluntad inequívoca de paz». Según el comunicado, la viabilidad del proceso «está severamente lesionada» y la confianza, prácticamente rota.
Este atentado es solo el más reciente de una serie de ataques por parte del ELN, que en los últimos meses ha incrementado su actividad violenta. Además de la explosión en Arauca, la guerrilla ha atacado en repetidas ocasiones el oleoducto Caño Limón-Coveñas y ha confinado a más de 50.000 personas en el Chocó. Estas acciones han llevado a que varios sectores políticos pidan el fin definitivo de las negociaciones.

El cese al fuego bilateral, que expiró el 3 de agosto, había dado señales de una posible reactivación de los diálogos, pero los recientes ataques han enfriado las expectativas. Para expertos como Juan Camilo Restrepo, exministro y exnegociador con el ELN, el margen para reanudar las conversaciones es cada vez más reducido: “La actitud del ELN demuestra un desprecio por las reglas del Derecho Internacional Humanitario, lo que hace muy difícil continuar con este proceso”, afirmó Restrepo.
El Gobierno, por su parte, ha expresado su solidaridad con las familias de las víctimas del atentado, condenando enérgicamente la violencia del ELN. «Sentimos profundamente las víctimas fatales y los heridos de los miembros de la Fuerza Pública. Acompañamos el dolor de sus familias ante este nuevo hecho de violencia», declaró la Delegación de Paz en su pronunciamiento oficial.