La escasez de combustible para aviones en Colombia ha alcanzado niveles alarmantes, impactando significativamente la operación de aerolíneas en diversos aeropuertos del país. A pesar de los esfuerzos de Ecopetrol por garantizar el suministro, varios aeropuertos se han visto obligados a suspender el servicio, afectando a miles de pasajeros.
Desde el 25 de agosto, aeropuertos clave como El Dorado en Bogotá, José María Córdova en Medellín y Rafael Núñez en Cartagena han enfrentado reducciones críticas en sus inventarios de combustible Jet A1. Este desabastecimiento ha llevado a la cancelación de vuelos y a la suspensión del suministro a algunas aerolíneas, generando un caos en el tráfico aéreo.
Aeropuertos en ciudades como Bucaramanga, Cali, Cúcuta, Montería, y Valledupar también se han visto gravemente afectados. En Valledupar, por ejemplo, Avianca ha dejado de vender vuelos durante una semana, y todos los vuelos programados para este fin de semana fueron cancelados debido a la falta de combustible.

La situación se agrava con las medidas que algunas aerolíneas como Latam han tenido que tomar, incluyendo cargar combustible fuera de Colombia para vuelos internacionales y realizar ajustes operacionales. Las autoridades aeronáuticas han autorizado la reprogramación y cancelación de vuelos entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre, mientras la crisis persiste.
La incertidumbre y las cancelaciones han dejado a los pasajeros en la difícil posición de tener que monitorear constantemente el estado de sus vuelos, en medio de una crisis sin precedentes en el sector aéreo colombiano.