En una exitosa operación llevada a cabo en los límites de los municipios de Villa Rica, Cauca, y Jamundí, Valle, las autoridades colombianas lograron desmantelar maquinaria utilizada por la disidencia de las FARC, conocida como Jaime Martínez, para la minería ilegal en el río Cauca. Esta acción representa un duro golpe a las finanzas de los grupos ilegales, que dejarán de recibir más de 2.200 millones de pesos anuales.
El general William René Sala Salamanca, director de la Policía Nacional, informó que durante la operación se destruyeron seis unidades de producción minera, 11 dragas y 28 motores. «Además de dañar el ecosistema del río Cauca, estas actividades ilícitas también implicaban cobros a la población por transporte, comercialización de oro y tráfico de agentes químicos», añadió el alto oficial.
La minería ilegal no solo ha generado daños ambientales significativos, sino que también ha representado una fuente importante de ingresos para las disidencias de las FARC. Las ganancias obtenidas por estas actividades ilícitas han sido utilizadas para financiar otras operaciones ilegales, extendiendo su impacto negativo en la región.

La operación se realizó justo antes de la llegada de más de 100 policías de Carabineros a la capital del Valle, Cali, quienes tienen la misión de frenar la minería ilegal no solo en el río Cauca, sino también en los Farallones de Cali. Este despliegue de fuerzas busca intensificar los esfuerzos para desmantelar las redes de minería ilegal que afectan tanto a la economía como al medio ambiente en estas zonas.
La minería ilegal ha sido un problema persistente en varias regiones de Colombia, donde los grupos armados ilegales han explotado los recursos naturales para financiar sus actividades. La intervención de las autoridades en esta ocasión representa un paso significativo en la lucha contra estas prácticas destructivas y en la protección de los recursos naturales del país.
Las comunidades locales han recibido con esperanza las noticias del desmantelamiento de la maquinaria minera ilegal, esperando que estas acciones continúen y se traduzcan en una mayor seguridad y recuperación ambiental para las zonas afectadas.