En un desarrollo crucial para el proceso de paz en Colombia, las delegaciones del Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han acordado retomar las conversaciones, poniendo fin a un periodo de incertidumbre. Este acuerdo se alcanzó tras la mediación de países garantes y acompañantes, culminando con reuniones clave en La Habana, Cuba, entre el 24 y el 26 de febrero. Este paso representa una continuación de los esfuerzos por alcanzar un acuerdo de paz, en un proceso que ha visto varios altibajos.
Las sesiones en La Habana se centraron en evaluar los progresos y desafíos surgidos a lo largo de los seis ciclos anteriores de diálogo. Ambas partes acordaron adoptar medidas para fortalecer la mesa de negociaciones y asegurar un enfoque conjunto en las decisiones futuras. Este desarrollo subraya la complejidad del camino hacia la paz, marcado por la necesidad de compromisos continuos y adaptaciones a los retos emergentes.

La inclusión de la sociedad civil sigue siendo un componente clave en las conversaciones, enfatizando la importancia de escuchar a todas las voces afectadas por el conflicto. Además, se ha programado una revisión detallada de los compromisos previos para el próximo ciclo de conversaciones en Venezuela, del 8 al 22 de abril. Este análisis buscará evaluar la efectividad de las acciones tomadas hasta la fecha y ajustar las estrategias según sea necesario.
A pesar de la reanudación de las conversaciones, el ELN llevará a cabo consultas internas según lo convocado por su Comando Central, lo que indica la continua búsqueda de consenso dentro de la organización. Este momento en el proceso de paz destaca tanto la fragilidad como la potencialidad de los esfuerzos de negociación, en un contexto donde cada paso hacia adelante es vital para el futuro del país.