Ecopetrol, la principal empresa petrolera de Colombia, reportó una caída del 28,3% en sus utilidades netas para el tercer trimestre de 2024, al bajar de $5 billones a $3,6 billones en comparación con el mismo período del año anterior. A pesar de registrar el tercer mejor desempeño en EBITDA de su historia, la compañía enfrenta desafíos derivados de menores precios del petróleo y altos costos operativos, impactando también la remuneración de sus accionistas. Las ventas de la empresa disminuyeron en un 1,5%, pasando de $35,1 billones a $34,6 billones, en medio de un entorno global complejo para el sector energético.
Los resultados del trimestre fueron impactados por factores como la inflación en gastos operativos y el mantenimiento de la Refinería de Cartagena, lo que afectó los márgenes de beneficio. Sin embargo, Ecopetrol destacó un récord en la producción, alcanzando un promedio de 754,4 mil barriles diarios, en buena parte gracias al crecimiento en la cuenca del Pérmico en Estados Unidos, donde el fracking ha impulsado la producción en un 67%. Este método, aunque cuestionado por el actual gobierno, representó el 13% de la producción total de la compañía en este periodo.
El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, indicó que, a pesar de los buenos resultados en algunos indicadores, la empresa enfrenta desafíos adicionales que reflejan una caída acumulada del 24,2% en utilidades para el primer semestre del año. En 2024, la acción de Ecopetrol se desplomó a mínimos históricos, situándose en $1.590 por acción, una caída significativa desde abril de 2022, cuando su valor superaba los $1.500 millones. Esto representa una pérdida de capitalización de mercado superior a los $83 billones, lo que ha generado incertidumbre entre los inversionistas y cuestionamientos sobre la dirección estratégica de la compañía.

Este declive coincide con el debate sobre la transición energética en Colombia y la postura del gobierno de Gustavo Petro, quien ha promovido una reducción gradual de la dependencia del petróleo. Sin embargo, el sector petrolero aporta el 35% de la inversión extranjera directa, el 40% de las exportaciones y el 80% de las regalías nacionales, lo que convierte a Ecopetrol en una pieza fundamental de la economía. Mientras países como Estados Unidos y Brasil reportan robustos resultados de sus compañías petroleras, Ecopetrol enfrenta el reto de mantener la competitividad en un mercado global mientras navega en un contexto interno de presión por reformas y reducción de contratos de exploración.
La situación de Ecopetrol plantea un dilema sobre el papel de la industria petrolera en Colombia, una economía donde la transición energética debe balancearse cuidadosamente para evitar pérdidas económicas y sociales. A medida que Ecopetrol lucha por mantener su rentabilidad, el camino hacia una energía más limpia y sustentable se presenta como un desafío que requerirá una planificación minuciosa y políticas de largo plazo que logren equilibrio entre sostenibilidad económica y ambiental.