El cónsul de Colombia en Ciudad de México, Andrés Hernández, se encuentra en el centro de una polémica que ha encendido las alarmas en la Cancillería. Las denuncias en su contra por presunto acoso laboral, misoginia y negligencia han provocado la exigencia de su renuncia por parte de sindicatos y organizaciones diplomáticas. Los testimonios de trabajadoras revelan un patrón de comportamiento hostil e inapropiado, incluyendo actitudes despectivas y la entrega de regalos ofensivos a las empleadas.
Entre las quejas figura el testimonio de Sandra Milena Babativa, excontratista del consulado, quien señaló que durante cinco meses sufrió burlas y menosprecio por parte de Hernández, afectando tanto su desempeño profesional como su bienestar. Según Babativa, el cónsul se dirigía a ella y a otras mujeres con desprecio, criticando su aspecto y su higiene personal. Otro testimonio acusa al cónsul de un acto particularmente ofensivo: regalar a las trabajadoras peluches en forma de genitales masculinos, sugiriéndoles que los mantuvieran en sus oficinas.
La situación no solo ha provocado incomodidad entre el personal, sino que también ha impactado el trabajo del consulado. Según los sindicatos Unidiplo y Asodiplo, el comportamiento de Hernández ha obstaculizado la coordinación entre el consulado y la comunidad de colombianos en México, quienes se han quejado de su falta de empatía, disposición de servicio y enfoque de género.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, el Gobierno colombiano aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el futuro del diplomático en su cargo, generando incertidumbre sobre las medidas que se tomarán frente a este caso.
