El atroz crimen de Sofía Delgado, la niña de 12 años que fue raptada y asesinada en el corregimiento de Villagorgona, Candelaria, ha revelado detalles escalofriantes sobre el comportamiento previo de su agresor. Brayan Campo, de 32 años, confesó haber asesinado a la menor y haber intentado borrar evidencias al incinerar su cuerpo en un cañaduzal, un crimen que ha conmocionado a la comunidad. Sin embargo, nuevas revelaciones han dejado aún más dudas y frustración sobre la actuación de las autoridades.
El mismo día de la desaparición de Sofía, Campo había intentado retener a otra menor en su tienda de mascotas, ubicada en la misma zona donde Sofía fue vista por última vez. Según el testimonio de la segunda niña, el hombre la atrajo con la promesa de regalarle collares para su mascota. Al ingresar al local, Campo intentó cerrar la persiana de la tienda para encerrarla, pero la niña logró escapar cuando la mascota del hombre se salió corriendo. Este incidente fue reportado a las autoridades el 30 de septiembre, un día después del secuestro de Sofía, pero, según los familiares de la menor, la Policía no actuó con la prontitud necesaria.
La captura de Campo finalmente se dio el 17 de octubre, luego de que confesara el crimen y entregara la ubicación del cuerpo de Sofía, que fue hallado en avanzado estado de descomposición debido a las condiciones del lugar y los intentos del agresor de ocultar el asesinato. A pesar de esto, la comunidad expresa su indignación porque, aunque ya existían indicios de comportamientos peligrosos por parte del hombre, no fue detenido antes.
La audiencia de imputación de cargos contra Campo se llevará a cabo el 18 de octubre, donde se le acusará formalmente de feminicidio agravado y desaparición forzada. Enfrenta una pena que podría superar los 50 años de prisión.
