En medio de tensiones políticas y estrategias de reconfiguración partidaria, se ha radicado nuevamente en el Senado de Colombia una propuesta de reforma constitucional que busca habilitar el transfuguismo. Esta medida permitiría que los congresistas cambien de partido sin renunciar a la curul ganada, lo que ha generado un debate intenso, ya que esta excepción solo se aplicaría una vez por cada cuatrienio.
El proyecto, que ha encontrado apoyo en sectores del Pacto Histórico, cobra especial relevancia para esta coalición política de cara a las elecciones de 2026. Dentro de la estructura del Pacto, algunos movimientos, como el Mais, se han mostrado reacios a ceder su personería jurídica en el proceso de consolidación de un partido único. Esta situación ha dejado a figuras clave como María José Pizarro y David Racero en una posición compleja, ya que su futuro político dentro de la coalición depende de la aprobación de esta reforma.
Además del tema del transfuguismo, la propuesta incluye un aumento del umbral electoral, pasando del 3% al 5% para obtener una curul en el Senado. Este cambio haría más difícil para ciertos partidos mantener su personería jurídica, lo que contrasta con la reforma liderada por el Gobierno de Gustavo Petro, que busca facilitar la representación política a través de otras formas de afiliación.

Otro de los puntos controvertidos del proyecto es la obligación de que los partidos que superen el umbral del 5% y obtengan curules en coalición se fusionen en un solo partido. Este artículo parece dirigido a evitar conflictos internos como los que ya se han vivido dentro del Pacto Histórico, donde la creación de un partido único ha generado divisiones.
La iniciativa también busca prohibir que los candidatos que comienzan la recolección de firmas cambien de estrategia y busquen el aval de un partido al final, una táctica utilizada por algunos aspirantes para generar respaldo en las fases iniciales de sus campañas.
El proyecto cuenta con 40 firmas, la mayoría provenientes del Pacto Histórico, aunque también ha encontrado eco en otras figuras como Miguel Polo Polo y Marelen Castillo, quienes se beneficiarían al tener la posibilidad de cambiar de partido sin perder sus curules. Esta reforma, sin duda, reconfiguraría el mapa político de Colombia, beneficiando a aquellos congresistas que buscan mayor flexibilidad en sus alianzas partidarias.