En un reciente comunicado, Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, plantó una solución radical para hacer frente a los desafíos energéticos que enfrenta Colombia: la posibilidad de sustituir el gas natural por combustibles líquidos durante los períodos críticos de demanda energética. Esta propuesta surge en medio de la preocupación por el posible desabastecimiento de gas en los próximos años.
Según Roa, la producción de gas natural ha disminuido notablemente, pasando de una expectativa de 231 GBTUD (Giga British Thermal Units por día) para 2025 y 2026, a solo 158 GBTUD en 2024, dejando un déficit de 73 GBTUD. Esta descenso ha generado inquietudes sobre la capacidad del país para garantizar el suministro energético necesario. Ecopetrol, como respuesta, busca flexibilizar las normas del mercado para poner en circulación la totalidad de su producción de gas, además de recurrir a importaciones mediante la plataforma SPEC LNG, que podría aportar 50 GBTUD adicionales.

El presidente de la petrolera también subrayó la importancia de invertir en infraestructura, especialmente en el proyecto de bidireccionalidad del sistema Barranquilla-Ballena, que facilitaría el transporte de gas desde la Costa Caribe al interior del país. Se espera que esta obra entre en funcionamiento a principios de 2026.
Sin embargo, la propuesta de Roa de considerar el uso de combustibles líquidos en momentos de escasez de gas natural ha generado cuestionamientos, ya que podría ir en contra de las políticas del Gobierno, que busca priorizar el desarrollo de energías renovables y reducir la dependencia de combustibles fósiles. Ecopetrol, por su parte, insiste en la necesidad de tomar medidas inmediatas para asegurar el abastecimiento energético en el corto plazo, mientras avanza la transición hacia fuentes más limpias.