La Asociación de Institutores de Antioquia (Adida), el sindicato de maestros más grande del departamento, ha decidido no participar en la jornada de movilización convocada a favor del presidente Gustavo Petro. El principal motivo de la negativa radica en el fracaso del nuevo modelo de salud del magisterio, que desde su implementación hace más de cuatro meses ha afectado gravemente a los educadores, quienes denuncian demoras extremas y atención deficiente.
Según los maestros, desde que comenzó el modelo en abril, las largas filas de hasta ocho horas para recibir medicamentos, junto con la falta de medicamentos de alto costo, han convertido la atención médica en un calvario. Más de 137 días después, las quejas no han disminuido, pues aseguran que las citas con especialistas son prácticamente imposibles de obtener y los prestadores de servicios no cumplen con lo prometido.

El panorama es aún más sombrío cuando se trata de las pensiones y cesantías. Adida reporta que múltiples maestros han fallecido mientras esperaban el reconocimiento y trámite de sus pensiones, lo que ha generado una creciente indignación entre los educadores. Además, la Fiduprevisora, responsable de la administración de los fondos, ha sido señalada por su ineficiencia en el pago a los prestadores de salud y la dilatación en los trámites administrativos.
Mientras tanto, los maestros antioqueños hacen un llamado urgente para que se revise el sistema de salud y se exijan explicaciones a los responsables de la crisis. Con un sindicato de más de 30.000 afiliados, la decisión de Adida de no apoyar al gobierno en las marchas refleja un profundo malestar que podría tener repercusiones en otros departamentos del país.