Por cuarta vez en menos de un año, la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá se enfrenta a la salida de su comandante. El general Óscar Andrés Lamprea Pinzón, quien asumió el cargo en enero de 2024, dejó su puesto este fin de semana, tras solo nueve meses en funciones. Este movimiento genera incertidumbre, pues los continuos relevos en la jefatura policial han impedido una estabilidad prolongada en una de las zonas más críticas en términos de seguridad del país.
La dirección de la Metropolitana, que cubre 10 municipios del área metropolitana, será asumida temporalmente por el general Rosenberg Novoa Piñeros, quien también ejerce como comandante de la Región 6 de la Policía Nacional. La designación de un nuevo titular se espera en los próximos días, según informaron fuentes cercanas a la institución.
Durante su corto mandato, el general Lamprea impulsó importantes operativos, entre los que destacan golpes contra redes de explotación sexual de menores, una problemática alarmante en Medellín. Además, su gestión coincidió con una notable reducción en los homicidios, registrando 287 casos, lo que representó una baja significativa en comparación con años anteriores.
Este constante cambio de comandantes, que comenzó en agosto de 2022, contrasta con la norma de mantener a los altos oficiales en el cargo durante dos años. La rotación frecuente de líderes en la Policía Metropolitana plantea retos tanto para la estrategia de seguridad de la región como para la confianza pública en las autoridades locales.