La próxima semana se perfila como un punto de inflexión crucial para el Gobierno de Gustavo Petro, con el Congreso preparándose para debatir el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2025. El Ejecutivo ha propuesto un presupuesto de $523 billones, que incluye $12 billones destinados a una reforma tributaria. Sin embargo, esta propuesta enfrenta serios desafíos.
Más de 30 congresistas han presentado una propuesta para recortar $12 billones del presupuesto, reduciéndolo a $511 billones. Este recorte implicaría la eliminación de la necesidad de una reforma tributaria, que busca llenar el vacío presupuestario. El presidente del Senado, Efraín Cepeda, ha señalado que tiene los votos necesarios para rechazar la reforma tributaria si el presupuesto no se ajusta a las nuevas exigencias.
Cepeda subrayó la importancia de que el presupuesto se ajuste y sea discutido de manera responsable, sin presiones externas. “En el Congreso estamos esperando que el Gobierno presente un presupuesto ajustado. No podemos aprobar una reforma tributaria sin conocer su contenido completo y sin discutirlo adecuadamente”, afirmó Cepeda en su cuenta de X.
El panorama es aún más complejo debido a las proyecciones del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, que estima un déficit de hasta $31,1 billones en el PGN 2025, considerando también otros factores como la evasión fiscal y los ingresos esperados de empresas estatales. Esta cifra supera los $12 billones inicialmente previstos y plantea un desafío significativo para el Ejecutivo.
Los críticos también han señalado que el presupuesto propuesto podría provocar recortes severos en áreas clave como educación, agricultura y desarrollo rural. Además, el reciente aumento en el precio del diésel y los bloqueos por parte de camioneros han agregado presión a las finanzas públicas, complicando aún más la situación.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha defendido el presupuesto, destacando que el 92% del gasto es inflexible y que cualquier ajuste sería difícil de implementar sin afectar áreas críticas del gobierno. La situación se torna aún más apremiante con la necesidad de ajustar los precios del combustible y gestionar el impacto del paro camionero, que ha reducido las expectativas de ahorro fiscal.
Con una semana crucial por delante, el futuro del presupuesto y la reforma tributaria de Petro está en vilo, y las decisiones que se tomen podrían tener un impacto duradero en la estabilidad fiscal del país.
