Camilo González Posso, jefe negociador del Gobierno para los diálogos con las disidencias del Estado Mayor Central (EMC), ha pedido un alto al fuego inmediato entre las facciones lideradas por ‘Iván Mordisco’ y ‘Calarcá’. Esta solicitud surge en respuesta a las crecientes amenazas y ataques entre estos grupos armados, que han puesto en riesgo la vida de la población civil en las regiones afectadas.
González Posso denunció que las intimidaciones y enfrentamientos recientes, especialmente por parte del Bloque Amazonas Manuel Marulanda Vélez, representan una “amenaza demencial” para los civiles. El Bloque Amazonas ha prometido atacar a quienes se mantengan neutrales o no se alineen con su causa, lo que ha intensificado el temor en las comunidades locales. “Es inadmisible desde todo punto de vista”, afirmó González, resaltando que tales acciones obstaculizan el avance hacia la paz y los beneficios que esta podría traer a la población.
El jefe negociador del Ejecutivo propuso una tregua bilateral entre las facciones disidentes, acompañada de compromisos unilaterales para proteger a los civiles. Subrayó que el cese de hostilidades es esencial para evitar la violación del derecho humanitario y garantizar un entorno seguro para las comunidades en medio del conflicto.

La solicitud de tregua se produce en el contexto de un reciente panfleto emitido por el Bloque Amazonas, en el que se menciona una política de no agresión durante la reestructuración de sus arcas. El comunicado también advierte a la población de que deben mantenerse neutrales y no apoyar a las facciones opuestas para evitar represalias. Sin embargo, las amenazas de violencia continúan, con el grupo de ‘Iván Mordisco’ acusando a las facciones de ‘Calarcá’ de provocar enfrentamientos que han resultado en la muerte de al menos cuatro combatientes.
Organizaciones de derechos humanos y líderes sociales han expresado su preocupación por las consecuencias potencialmente devastadoras de estas divisiones entre las facciones del EMC. La creciente violencia y la falta de un acuerdo de paz entre los grupos armados resaltan la necesidad urgente de medidas que garanticen la protección de los civiles y promuevan un diálogo efectivo para resolver el conflicto.