Una fuerte explosión en la vía Panamericana, en el municipio de Cajibío, Cauca, dejó un saldo de una persona muerta y dos heridos el 21 de agosto de 2024. La detonación ocurrió en el contexto de bloqueos prolongados realizados por comunidades indígenas que exigen diálogo directo con el gobierno nacional para el reconocimiento de sus autoridades tradicionales y la atención a sus demandas.
La explosión se produjo mientras las autoridades intentaban despejar la carretera, que había sido bloqueada por los grupos indígenas misak, pijao y nasa. Según informes preliminares, el estallido podría haber sido causado por una moto cargada con explosivos. Las víctimas incluyen un hombre adulto que transitaba por la zona y dos uniformados de la Policía que resultaron heridos.
Los enfrentamientos entre los manifestantes y la fuerza pública se han intensificado, con intentos de incendiar vehículos y materiales inflamables. La situación ha generado preocupación debido a la creciente violencia en la región, que incluye el uso de gases lacrimógenos y agua por parte de las autoridades para despejar la ruta bloqueada.
Las comunidades indígenas continúan bloqueando la vía en demanda de un diálogo con el presidente Gustavo Petro para abordar los incumplimientos del Gobierno en los acuerdos con la comunidad indígena. Insisten en el reconocimiento de la Asociación Indígena del Suroccidente Colombiano (Aiso) como autoridad tradicional y han criticado el retraso en la firma de un decreto por parte del Ministerio del Interior.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, ha calificado el bloqueo como ilegal y perjudicial para los derechos de los habitantes de Cauca y Nariño. La tensión sigue alta en la región, con la carretera Panamericana bloqueada a lo largo de unos ocho kilómetros, complicando su reapertura al tráfico y la búsqueda de una solución pacífica al conflicto.
