El Ministerio del Interior de Colombia, bajo la dirección de Juan Fernando Cristo, ha reconocido públicamente los problemas que enfrenta la «paz total», la ambiciosa propuesta del presidente Gustavo Petro para poner fin al conflicto armado en el país. A pesar de los esfuerzos del gobierno, los grupos armados ilegales no han respondido con la misma voluntad de paz, lo que ha complicado la implementación del acuerdo en varias regiones.
El ministro Cristo subrayó que la falta de seguridad en algunas zonas ha dificultado significativamente la implementación del Acuerdo de Paz, especialmente en los 170 municipios que forman parte de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Estos territorios, que son clave para la transformación rural, han sido objeto de disputas violentas entre bandas criminales que buscan controlar las rentas ilegales, lo que ha generado desesperación entre las comunidades locales.
Ante esta situación, el gobierno de Petro ha anunciado un plan de choque que será presentado en los próximos días, el cual incluirá inversiones y pactos de transformación territorial enfocados en la reforma rural o agraria. Este plan tiene como objetivo acelerar la ejecución de obras que impacten de manera positiva estos territorios, cumpliendo así con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de Paz.
Cristo también hizo un llamado a todos los partidos políticos, tanto de gobierno como de oposición e independientes, para que se unan en el esfuerzo por transformar estos territorios, dejando de lado las diferencias ideológicas en temas como la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) o las curules de los partidos nacidos del acuerdo.
El ministro destacó que el acuerdo nacional para la transformación de los territorios es fundamental para la sociedad colombiana y que se están llevando a cabo diálogos en diversas regiones del país para acelerar no solo la Reforma Agraria, sino también otros aspectos importantes del desarrollo territorial.
Con este plan de choque, el gobierno busca superar los obstáculos actuales y cumplir con los objetivos del Acuerdo de Paz, mejorando la calidad de vida de las comunidades en los territorios más afectados por el conflicto armado.
