El Comando Central del ELN lanzó una nueva ofensiva verbal contra el gobierno de Gustavo Petro, afirmando que la política de “paz total” impulsada por el ejecutivo favorece un “genocidio popular”. En un comunicado emitido el 19 de agosto, el grupo guerrillero sostuvo que la doctrina de seguridad del gobierno es, en realidad, una continuación de la política de la “élite dominante” y acusó al presidente de “disfrazar” su discurso pacifista.
Según el ELN, la paz total promovida por el gobierno sirve para perpetuar el régimen de injusticia y violencia en Colombia. “Mientras el presidente Petro habla en contra del orden de injusticia imperante, su plan de pacificación sirve a la perpetuación del régimen tiránico”, indicó la guerrilla, agregando que la supuesta pacificación solo busca legalizar a grupos armados como “bandas y escuadrones paramilitares”, lavando así su imagen.
Este duro pronunciamiento llega en un momento crítico para los diálogos de paz, que según varios observadores, están en “cuidados intensivos”. La declaración del ELN pone en entredicho la viabilidad del proceso de paz, especialmente después de que Vera Grabe, jefa negociadora del gobierno, afirmara que el futuro del proceso depende ahora exclusivamente de la voluntad del ELN de cesar el fuego y comprometerse genuinamente con la paz.
Las afirmaciones del ELN reflejan la profunda desconfianza que aún persiste entre las partes y subrayan los desafíos monumentales que enfrenta el gobierno de Petro en su intento de alcanzar una paz duradera. La retórica agresiva del ELN y su rechazo a las políticas del gobierno evidencian las complejidades inherentes a negociar con un grupo que, a pesar de participar en diálogos, sigue mostrando una postura combativa y desconfiada frente al Estado colombiano.
