En una decisión que ha generado gran expectativa internacional, el gobierno de Costa Rica, a través de su canciller Arnoldo André, ha ofrecido asilo político a los líderes opositores venezolanos María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. Esta oferta se hizo pública después de que se conociera la existencia de órdenes de captura contra ambos, emitidas por el régimen de Nicolás Maduro. Según las autoridades costarricenses, Machado y González enfrentan una creciente represión y persecución política en Venezuela, lo que ha motivado el ofrecimiento de refugio.
El canciller André declaró que Costa Rica está dispuesta a acoger a cualquier opositor que se encuentre en peligro, resaltando la disposición del país para brindar protección a aquellos que buscan asilo en su embajada en Venezuela. Esta postura se alinea con el compromiso de Costa Rica de defender los derechos humanos y ofrecer un refugio seguro para quienes huyen de la persecución política.
María Corina Machado, en respuesta al ofrecimiento, expresó su agradecimiento por la hospitalidad del gobierno costarricense, pero reiteró su compromiso de continuar «la lucha junto a la gente» desde su país natal. Por su parte, Edmundo González no ha hecho declaraciones públicas respecto a la oferta de asilo.
Paralelamente, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, ha intensificado sus ataques contra Machado y González, acusándolos de liderar una «conspiración fascista» y solicitando su encarcelamiento. Rodríguez calificó a González como el «jefe de la conspiración» y a su equipo de campaña como un «comando de acción violenta» destinado a incitar una guerra civil. Además, desestimó las actas presentadas por la oposición, que supuestamente demostrarían una victoria abrumadora para González en las recientes elecciones.
Esta situación añade una nueva capa de tensión a la ya complicada situación política en Venezuela, mientras la comunidad internacional observa de cerca los desarrollos y posibles repercusiones. La oferta de asilo de Costa Rica subraya el apoyo internacional a los derechos humanos y la democracia en la región.
