En la instalación de la nueva legislatura del Congreso el pasado 20 de julio, el presidente Gustavo Petro enfrentó un momento incómodo cuando su afirmación sobre la eficiencia del gobierno desató risas entre los congresistas presentes. El mandatario comenzó su discurso pidiendo disculpas por el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD), que ha involucrado a varios funcionarios, incluido el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
Mientras defendía la gestión de su administración, Petro afirmó: “El gobierno ha sido eficiente”, lo que provocó risas generalizadas en el recinto. Tras una pausa, el presidente continuó explicando que la eficiencia se refleja en el cumplimiento de los objetivos propuestos, como la reducción de la pobreza y la desigualdad social, metas que aseguró haber presentado a los votantes y por las cuales recibió su apoyo.
El discurso de Petro fue interrumpido brevemente debido a las risas, pero retomó su mensaje destacando su compromiso con los electores y su trayectoria política. Sin embargo, la reacción del Congreso subrayó la tensión y el escepticismo hacia las afirmaciones del presidente.

Después de la intervención de Petro, varios congresistas tomaron la palabra para responder. Miguel Polo Polo, representante a la Cámara, criticó duramente al presidente, calificando a su administración como un “frente Casa de Nariño” y responsabilizándolo de la violencia que afecta a la Fuerza Pública. También mencionó la falta de éxito en la “paz total” promovida por Petro, comparándola irónicamente con su fidelidad hacia su esposa, Verónica Alcocer.
Por su parte, el senador del Centro Democrático, Miguel Uribe, comenzó su discurso señalando que Petro describía “un país que no existe”, acusando al presidente de estar desconectado de la realidad cotidiana de los colombianos. Uribe criticó los viajes y gastos del presidente, contrastándolos con las dificultades económicas que enfrentan las familias.
Este episodio en el Congreso resalta las profundas divisiones políticas y las críticas que enfrenta el gobierno de Petro, evidenciando el desafiante panorama legislativo que deberá navegar en el próximo año.