La investigación sobre el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ha revelado nuevos detalles impactantes. Según documentos obtenidos por SEMANA, la Presidencia de la República pagó 22 millones de pesos para que Sandra Ortiz, exconsejera de las Regiones, se hospedara durante cinco meses en el Hotel Tequendama Suites. Ortiz está siendo investigada por su presunta participación en un esquema de sobornos que involucra al senador Iván Name y altos funcionarios de la UNGRD.
Las facturas muestran que la Presidencia realizó pagos mensuales entre junio y octubre de 2023, cubriendo la estadía de Ortiz y una persona adicional cuya identidad no ha sido revelada. La primera factura, fechada el 28 de junio, fue por 4.165.000 pesos, y las subsiguientes reflejan montos similares, con el último pago de 5.473.000 pesos el 28 de octubre.
El exsubdirector de la UNGRD, Sneyder Pinilla, ha afirmado que una reunión clave tuvo lugar en el Hotel Tequendama el 25 de septiembre de 2023, donde se habría diseñado la estrategia ilegal. Según Pinilla, el encuentro contó con la participación del director de Gestión del Riesgo, Olmedo López, la consejera Ortiz y el senador Iván Name, entonces presidente del Congreso. En una conversación de WhatsApp, Ortiz confirmó la reunión a López, indicando: “La reunión va hacer (sic) en la Suit del Tequendama (sic)”.
Pinilla asegura que Ortiz actuó como mensajera en el esquema de sobornos, recibiendo 3.000 millones de pesos en efectivo para entregarlos a Name. El dinero, transportado en dos maletas llenas de billetes de 50.000 y 100.000 pesos, fue entregado en dos partes durante reuniones en el hotel. Pinilla describió el procedimiento: “Llego a un sitio donde sé que hay un esquema de seguridad que me está esperando, bajo al sótano, entrego ahí y ya luego me salgo”.

Estas revelaciones colocan a Sandra Ortiz en el centro del escándalo, resaltando el uso de fondos públicos para financiar actividades ilegales. La Presidencia pagó por su alojamiento en momentos críticos para la implementación del supuesto esquema de sobornos, añadiendo una capa adicional de gravedad a las acusaciones.
La residencia de Ortiz en el Tequendama fue gestionada por el Departamento Administrativo de la Presidencia, entonces liderado por Carlos Ramón González. Ella se hospedó inicialmente en la habitación 2312 y luego en la 2304. En mensajes de WhatsApp, López y Ortiz coordinaron las reuniones en estas habitaciones, lo que refuerza las sospechas de su implicación en el entramado ilegal.
La Fiscalía General de la Nación continúa investigando este caso, que promete sacudir aún más las estructuras del gobierno de Gustavo Petro y su gestión de la UNGRD.