El 7 de junio, el actor chileno Álex Araya Castillo fue encontrado muerto en un apartamento en el centro de Medellín, en un caso que ha levantado sospechas y generado una profunda preocupación. La mujer encargada de la limpieza del lugar descubrió su cuerpo sin vida, desnudo y boca abajo, en un Airbnb en el barrio Boston, donde el actor había llegado para pasar sus vacaciones desde el 1 de junio.
Las investigaciones preliminares de la Policía de Antioquia indican que Araya, de 42 años, no presentaba signos de violencia visibles. Sin embargo, la familia del actor ha compartido detalles preocupantes sobre su estadía y sus encuentros a través de la aplicación de citas Tinder. Según Eduardo Araya, hermano de la víctima, Álex había conocido a dos mujeres con las que se encontró los días 3 y 6 de junio. Las cámaras de seguridad del edificio muestran que el actor llegó la noche del 6 de junio acompañado por dos mujeres, quienes abandonaron el lugar dos horas después, solas.
La familia Araya reveló que tras la partida de las mujeres, se realizaron varias transacciones y viajes con las tarjetas y la cuenta de Uber del actor, lo que sugiere un robo planificado. Entre las compras se incluyeron gasolina, productos de supermercado, joyería y giros de dinero. Esto ha llevado a la familia a creer que Álex fue drogado con escopolamina para robarle sus pertenencias y obtener las claves de sus tarjetas de crédito.
A pesar del apoyo del Consulado de Chile en Colombia, la familia del actor ha expresado su frustración por la falta de información y la lentitud en el manejo del caso. Eduardo Araya ha enfatizado que el caso debería ser tratado como un homicidio y no solo como un robo que resultó en una muerte accidental.
La Fiscalía General de la Nación ha tomado el caso y un fiscal del grupo de alertas tempranas de homicidios está a cargo de la investigación. Se espera que los resultados de los exámenes de Medicina Legal esclarezcan la causa de la muerte de Álex Araya. Mientras tanto, la familia continúa luchando por la repatriación del cuerpo y sigue de cerca las investigaciones para asegurar la captura de los responsables.
Este trágico suceso ha conmocionado tanto a Colombia como a Chile, levantando preocupaciones sobre la seguridad de los turistas y la eficacia de la cooperación internacional en casos criminales.