En un veredicto histórico, un tribunal de Florida, Estados Unidos, condenó a la multinacional bananera Chiquita Brands a indemnizar a ocho víctimas de los paramilitares colombianos, tras un juicio que ha durado 17 años. La empresa, que confesó en 2007 haber financiado a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) entre 1997 y 2004, deberá pagar entre 2 y 2,7 millones de dólares a cada víctima, según determinó el juez del Distrito Sur de Florida.
El fallo se produjo en West Palm Beach y establece que los fondos proporcionados por Chiquita Brands a los paramilitares fueron utilizados para cometer crímenes de guerra, incluyendo homicidios, secuestros, extorsiones, torturas y desapariciones forzadas en las regiones de Urabá y Magdalena Medio. La sentencia marca un precedente en Estados Unidos, siendo la primera vez que un jurado responsabiliza a una gran corporación americana por su complicidad en abusos contra los derechos humanos en otro país.

Durante el juicio, los testimonios de exjefes paramilitares como Salvatore Mancuso y Éver Veloza, conocido como HH, confirmaron el uso de los fondos de Chiquita para financiar actividades delictivas. La defensa de la multinacional argumentó que los pagos fueron realizados bajo coerción y extorsión, con el fin de proteger a sus empleados, pero este argumento no convenció al jurado.
Earth Rights International, organización que representó a las víctimas, celebró la decisión, señalando que envía un mensaje claro a las empresas de todo el mundo sobre las consecuencias de lucrarse a expensas de los derechos humanos. Este veredicto no solo proporciona justicia a las víctimas, sino que también establece un precedente importante para futuros casos similares, abriendo la puerta a que otras empresas involucradas en el conflicto armado colombiano enfrenten juicios similares.