Los sindicatos del Ministerio de Trabajo han votado a favor de iniciar una huelga, después de que una votación nacional llevada a cabo el 21 de mayo resultara en un apoyo abrumador a la medida. La presidenta de una de las agremiaciones, Maritza Manrique, anunció que 2.017 funcionarios cesarán sus actividades, decisión respaldada por 14 organizaciones sindicales. «Llegamos a esta decisión debido a los incumplimientos de los Acuerdos Sindicales 2023-2025, de los cuales solo se ha cumplido un 5%», declaró Manrique.
La medida se considera un reflejo del descontento generalizado entre los trabajadores del sector público, quienes exigen mayor atención y respeto a los compromisos adquiridos por el gobierno. Aunque la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, argumenta que el avance en el cumplimiento de los acuerdos supera el 50%, la percepción de los sindicatos difiere significativamente.
Este conflicto laboral surge en un contexto en el que los funcionarios han estado solicitando una participación más activa en la elaboración de las reformas laboral y pensional. Ahora, la expectativa gira en torno a la determinación de la «hora cero» para el inicio de la huelga, un detalle que, según Manrique, será una sorpresa.
La huelga no solo afectará las operaciones rutinarias del Ministerio de Trabajo sino que también podría tener repercusiones más amplias sobre los servicios públicos en el país, en un momento en que la gestión de las relaciones laborales está bajo un intenso escrutinio.