En un nuevo y desolador capítulo de la violencia que sacude al Cauca, el comando de las Fuerzas Militares de Colombia reveló detalles escalofriantes sobre el trato dado a los cuerpos de los cuatro soldados asesinados recientemente en enfrentamientos en Argelia. Los militares, víctimas de una emboscada por disidencias del frente Carlos Patiño de las FARC, sufrieron no solo la muerte en combate sino también la ultrajante profanación de sus restos durante los intentos de recuperación.
Los soldados Jairo Urrego, Jorge David Fuentes, Javier Sosa Ballesteros y Camilo Andrés Molina, cuyos cuerpos fueron recuperados y ya se encuentran en Popayán, fueron deshonrados en actos de crueldad que la opinión pública conoció a través de fotografías difundidas en redes sociales. Según el general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, estos actos son una clara manifestación de la vileza y la falta de humanidad de los grupos armados ilegales.
Durante la operación de rescate, que estuvo plagada de dificultades debido a las adversas condiciones climáticas, se hizo evidente la brutalidad de los disidentes. Los soldados que sobrevivieron al ataque inicial hicieron esfuerzos desesperados por proteger y ocultar los cuerpos de sus compañeros caídos, mientras atendían a los heridos y repelían nuevos ataques. Sin embargo, los insurgentes lograron hallar y profanar los restos antes de que el rescate pudiera ser efectuado.
El general Giraldo también reveló la interceptación de comunicaciones entre los líderes de la disidencia, incluyendo a alias ‘Dumar’ o ‘Chito’, donde se daban órdenes explícitas de decapitar a cualquier miembro de la Fuerza Pública que capturaran. Este testimonio subraya la extrema peligrosidad y la ferocidad con la que actúan estas estructuras en contra de las fuerzas del orden.
La operación de rescate, liderada por la Fuerza Aérea Colombiana y el Ejército, también logró evacuar a dos soldados heridos y capturar a cinco disidentes, quienes ahora están siendo procesados por las autoridades. Este incidente no solo subraya la intensidad del conflicto en regiones como el Cauca, sino que también destaca la urgente necesidad de fortalecer las medidas de protección y seguridad para las tropas en el terreno, así como para las comunidades atrapadas en el fuego cruzado.
