En un escalofriante giro de los eventos en Envigado, Sebastián Cano Ospina, de 24 años, aceptó su responsabilidad en el asesinato de sus padres, Eusebio Cano Correa y Luz Omaira Ospina Correa, en un crimen que ha consternado a la comunidad. El joven fue capturado y procesado por estos hechos violentos que tuvieron lugar en la madrugada de un miércoles en la Unidad Residencial Vía Serrano, donde la familia residía.
El incidente, según reportes, surgió de una discusión acalorada durante la cual Sebastián, en un estado avanzado de exaltación, atacó a sus padres repetidamente con un arma blanca. La tragedia se desencadenó tras una solicitud de dinero por parte de Sebastián, que derivó en el robo de $2.700.000 de las cuentas bancarias de sus padres, dinero proveniente de su negocio en la Central Mayorista de Antioquia.

Posteriormente, en una serie de acciones que profundizan la gravedad del caso, el acusado robó tarjetas bancarias, celulares y documentos de identidad de sus padres, realizando extracciones adicionales que sumaron más de 9 millones de pesos. Estos actos fueron seguidos de la compra de estupefacientes, antes de su arresto en un motel local donde también se le imputaron cargos por porte y tráfico de estupefacientes.
El caso ha resonado especialmente debido a la lucha prolongada de Eusebio y Luz Omaira por ayudar a Sebastián a superar su adicción a las drogas, una batalla que desafortunadamente ha culminado en una tragedia familiar. El joven enfrenta ahora múltiples cargos, incluyendo homicidio agravado y hurto calificado, mientras la comunidad y los conocidos de la familia intentan asimilar la magnitud de estos acontecimientos devastadores.