El nuevo modelo del servicio de Policía propuesto por el Gobierno de Gustavo Petro busca reformar la manera en que la institución interactúa con las comunidades y aborda los desafíos de seguridad en Colombia. Esta propuesta, denominada «Nuevo Modelo del Servicio de Policía orientado a las personas y los territorios», se centra en una desmilitarización y mayor enfoque en la ciudadanía, apuntando a una policía que sea más parte de la comunidad que sirve.
Este enfoque descentralizado propone adaptar los planes de acción de las estaciones y departamentos de Policía a las particularidades y necesidades específicas de cada región, rompiendo con el modelo centralista tradicional. La estrategia busca que la Policía utilice herramientas de inteligencia avanzadas para combatir a las bandas multicrimen, consideradas como el nuevo actor criminal predominante.
El presidente Petro presentó este plan como un esfuerzo para acercar a la Policía a la ciudadanía, haciendo que los uniformados sean aliados de las comunidades en la prevención del crimen y el fomento de un ambiente seguro. Esto implicaría una reorganización de los turnos policiales para que respondan de manera efectiva a las problemáticas particulares de cada área, desde la violencia hasta el consumo de drogas entre los jóvenes.
Una parte crucial del modelo es fomentar la participación comunitaria, permitiendo que los comandantes regionales trabajen en conjunto con los programas de seguridad de alcaldes y gobernadores. Esta colaboración se espera que lleve a soluciones de seguridad más personalizadas y eficaces, reflejando las variadas necesidades de seguridad a lo largo del país.
El general William Salamanca, director de la Policía, enfatizó que el nuevo modelo permitiría a cada comandante ser flexible y adaptar sus estrategias a las demandas de la comunidad local, promoviendo una relación más estrecha y de mayor confianza entre la Policía y la población.
Los resultados preliminares de un plan piloto del nuevo modelo ejecutado en el primer trimestre de 2024 indican una reducción en varios indicadores de criminalidad, incluyendo homicidios, hurtos a personas, comercios, motocicletas y automóviles. Además, se reportó la captura de más de 56.000 delincuentes y la incautación de 5.700 armas de fuego ilegales, sugiriendo que la nueva estrategia ya está teniendo un impacto positivo en la seguridad nacional.