La primera temporada de lluvias de 2024 ya ha comenzado en Antioquia, marcando un cambio significativo en el clima después de meses de sequía exacerbada por el fenómeno de El Niño. Autoridades locales y el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia (Dagran) han confirmado que, pese al debilitamiento de El Niño, la región deberá estar preparada para enfrentar días de precipitaciones hasta mayo.
Carlos Ríos, director de Dagran, indicó que, de acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se espera que las lluvias incrementen entre el 10% y el 30% respecto a lo habitual para la temporada. Este panorama obliga tanto a las autoridades como a los ciudadanos a tomar medidas preventivas para mitigar posibles desastres, incluyendo avenidas torrenciales, crecientes súbitas, inundaciones, y movimientos en masa.
Ante esta situación, se han activado varios protocolos, incluido el Sistema de Alerta y Monitoreo de Antioquia (SAMA) para el seguimiento de ríos y quebradas, y se ha dispuesto maquinaria para realizar obras de mitigación, así como soporte helicoportado y ayudas humanitarias.
El Dagran ha enfatizado la importancia de la preparación y la capacitación de los 125 municipios del departamento para hacer frente a emergencias, realizando recomendaciones específicas para la población. Entre ellas, asegurar los techos y objetos susceptibles al viento, no arrojar basuras que puedan obstruir el sistema de alcantarillado, vigilar los niveles de ríos y quebradas, y tomar precauciones durante tormentas eléctricas.
Además, se ha hecho un llamado a mantener prácticas de ahorro de agua, como tomar duchas cortas, cerrar la llave al enjabonarse o cepillarse los dientes, y reutilizar el agua en la medida de lo posible.
