En un fallo que ha capturado la atención del país, la Juez 55 de Conocimiento ha declarado culpable a Jhonier Leal por el asesinato de su madre, Marleny Hernández, y su hermano, el reconocido estilista Mauricio Leal, en un crimen que ha conmocionado a la nación desde su perpetración entre el 21 y 22 de noviembre de 2021, en La Calera, Cundinamarca. La decisión llega tras un extenso proceso judicial de más de dos años, que ha mantenido en vilo a la opinión pública por la naturaleza dramática y los giros inesperados del caso.
Las pruebas recabadas en la escena del crimen, situada en el conjunto residencial Arboreto, han sido determinantes para el veredicto. Elementos tales como toallas, trazas de sangre y datos extraídos de los teléfonos personales de las víctimas, han apuntalado la acusación contra Leal, señalándolo como el autor material de los asesinatos. Además, se ha probado su culpabilidad en el delito de destrucción o alteración de pruebas, tras hallarse evidencia de que la escena del crimen fue meticulosamente limpiada con detergentes y otros químicos.
El fiscal del caso, Mario Burgos, ha pedido una condena de 60 años, calificando el acto de Jhonier Leal como un crimen que no solo arrebató la vida de dos seres queridos, sino que también sacudió los cimientos de la sociedad colombiana, demandando así una pena ejemplar. La defensa de Leal, por su parte, ha sostenido su inocencia, argumentando irregularidades en la investigación y acusando a la Fiscalía de montar un escenario en su contra. Sin embargo, el peso de la evidencia presentada ha inclinado la balanza hacia un fallo condenatorio.
Este caso ha trascendido el ámbito judicial, convirtiéndose en un punto de inflexión sobre la violencia intrafamiliar y las dinámicas de poder dentro de las familias colombianas. La sentencia no solo cierra un capítulo doloroso para los allegados de las víctimas, sino que también envía un mensaje contundente sobre la importancia de la justicia y el estado de derecho en Colombia.
