En recientes declaraciones que han avivado el debate sobre las prioridades en inversión pública, el presidente Gustavo Petro ha puesto en tela de juicio las asignaciones de recursos a proyectos de infraestructura en Antioquia, sugiriendo que estas favorecen desproporcionadamente a los sectores más adinerados. En un discurso en la Universidad Industrial de Santander, el mandatario contrastó las inversiones en Antioquia con la necesidad de atender otras regiones y proyectos con menores recursos, planteando una crítica a la distribución de fondos que, según él, beneficia principalmente a «grandes capitales».
Antioquia espera con ansias la liberación de $1.5 billones por parte del Gobierno Nacional para la finalización de las vías 4G, cruciales para la conectividad del departamento con el resto del país. Sin embargo, la asignación de recursos ha generado controversia, especialmente en el contexto de un pedido más amplio de $4 billones necesarios para avanzar en 15 proyectos de infraestructura claves en la región, incluyendo el Metro de la 80 y el Túnel del Toyo. Estos proyectos se ven amenazados por la incertidumbre en el flujo de recursos, parte de un paquete de $13 billones que no han sido específicamente destinados en el presupuesto de 2024.
La administración Petro ha sido acusada por líderes locales de intentar «castigar» a Antioquia por diferencias políticas, una afirmación que el presidente parece respaldar con sus críticas a la orientación de las inversiones. A pesar de esto, las autoridades locales y los defensores de los proyectos en cuestión insisten en que las obras beneficiarán a toda Colombia, mejorando significativamente la conectividad entre el Pacífico y el Caribe, y no solo a los habitantes de zonas acomodadas como El Poblado y Rionegro.
La polémica se intensifica con la revelación de que entre las concesiones 4G de Antioquia, ninguna cruza las áreas mencionadas por Petro como beneficiadas primordialmente. En cambio, estas vías buscan fortalecer el tejido económico y social de regiones estratégicas, facilitando el acceso a puertos y mejorando la logística nacional. El Gobernador de Antioquia ha respondido a las críticas, enfatizando que las inversiones en infraestructura no solo son para el desarrollo de Antioquia sino para el progreso de todo el país, destacando el impacto positivo que tendrán en la conectividad y el desarrollo regional.
Este escenario refleja la complejidad de la planificación y financiación de la infraestructura en Colombia, donde las necesidades regionales, la equidad en la distribución de recursos y las prioridades nacionales deben ser balanceadas cuidadosamente. La controversia sobre las inversiones en Antioquia subraya la necesidad de un diálogo más amplio sobre cómo se priorizan y asignan los recursos en el país, buscando siempre el beneficio colectivo por encima de intereses particulares o regionales.