En un esfuerzo por combatir la evasión del pico y placa, Medellín está por dar un salto cualitativo en la vigilancia y control del tráfico con la integración de cámaras de reconocimiento de placas (LPR) al Sistema Inteligente de Movilidad de la ciudad. Este avance tecnológico, anunciado por el secretario de Movilidad, Mateo González, promete marcar un antes y un después en la forma en que se monitorea y sanciona a los infractores de esta medida restrictiva de circulación vehicular.
Las cámaras LPR, que hasta ahora han sido pilares en la seguridad de la ciudad al identificar vehículos robados o implicados en actividades delictivas, ampliarán su espectro de acción para incluir la detección de aquellos vehículos que circulen en contravención al pico y placa. Aunque estas cámaras no emitirán fotomultas directamente, servirán como ojos electrónicos para alertar a los agentes de tránsito sobre las infracciones en tiempo real, permitiéndoles actuar de manera eficiente y precisa.
La ciudad de Medellín, que ya cuenta con 120 cámaras LPR en funcionamiento, planea aumentar su red a 160, sumando esfuerzos con las 40 cámaras de fotodetección existentes. Esta ampliación representa un robusto sistema de vigilancia que se espera tenga un impacto significativo en la reducción de la evasión del pico y placa, fenómeno que actualmente involucra a cerca de 67.000 vehículos diarios, siendo las motocicletas los principales transgresores.
La medida, que no solo busca mejorar la movilidad urbana sino también contribuir a la reducción de la contaminación atmosférica, implica un desafío logístico y tecnológico notable. La integración de las cámaras LPR con el Sistema Inteligente de Movilidad supone una actualización en la infraestructura tecnológica existente, que permitirá una gestión más ágil y eficaz de la información recopilada.
Además de la innovación tecnológica, la Secretaría de Movilidad ha confirmado la continuación de las sanciones económicas para los infractores, con multas que ascienden a $572.628, además de la posible inmovilización del vehículo. Estas medidas, junto con la exclusión de ciertas vías principales de la restricción del pico y placa, buscan equilibrar la necesidad de una movilidad fluida con la responsabilidad ambiental y social.
Con la implementación de esta estrategia, Medellín se posiciona como líder en el uso de tecnologías avanzadas para la gestión de la movilidad urbana, sentando un precedente importante para otras ciudades del país y de la región en la búsqueda de soluciones innovadoras a los retos del tráfico y la vida urbana.
