En un acto sin precedentes que ha sacudido el fútbol colombiano, seguidores del Atlético Nacional desataron su furia prendiendo fuego a las tribunas del Estadio Atanasio Girardot, después de una derrota contra Millonarios que dejó al equipo antioqueño en una situación comprometedora. El incidente, ocurrido en la noche del 11 de febrero de 2024, ha levantado una ola de reacciones encontradas en el mundo del deporte y la sociedad en general.
La derrota del Atlético Nacional por un marcador aún no revelado, no fue sino la chispa que encendió la indignación de una parte de su afición. En los momentos finales del encuentro, y más intensamente después del silbato final, pequeños focos de incendio se iniciaron en distintas secciones de las gradas, rápidamente capturados por las cámaras y esparcidos por las redes sociales, convirtiéndose en virales. Según informes preliminares, estos actos fueron perpetrados por miembros de las barras populares del equipo, quienes expresaron su rechazo no solo al resultado del partido sino también a la dirección técnica de Jhon Jairo Bodmer y a la gestión de la junta directiva.
La acción de prender fuego a las instalaciones deportivas ha generado un debate nacional sobre las formas de expresión de inconformidad por parte de los aficionados al fútbol. Mientras un sector de la hinchada considera el incidente como un acto legítimo de protesta ante lo que perciben como una crisis deportiva y administrativa del club, voces críticas y autoridades condenan el peligro que tales actos representan, no solo para la infraestructura del estadio emblemático sino para la seguridad de los asistentes.
Ante la controversia generada, el entrenador Jhon Jairo Bodmer se pronunció en la rueda de prensa posterior al partido, enfocándose en el desempeño del equipo y evitando ahondar en los incidentes. «Hay formas de perder y hoy perdimos compitiendo todo el partido», afirmó Bodmer, intentando rescatar los aspectos positivos de un encuentro marcado por la derrota y el posterior caos. Las autoridades locales y los organismos deportivos ya han anunciado que se llevarán a cabo investigaciones exhaustivas para identificar y sancionar a los responsables de los daños al Atanasio Girardot, en un esfuerzo por garantizar que el fútbol colombiano sea un espacio de pasión, pero sobre todo, de seguridad y respeto.