Panam Sports ha anunciado oficialmente que las ciudades candidatas para albergar los Juegos Panamericanos 2027 son Asunción, Paraguay, y Lima, Perú. Esta decisión marca el fin de la aspiración de Barranquilla, Colombia, de ser la sede de estos juegos, tras ser descalificada a principios de enero por «innumerables incumplimientos del contrato vigente».
A pesar de los esfuerzos conjuntos del presidente Gustavo Petro, el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, y el Comité Olímpico Colombiano, la esperanza de recuperar la sede se desvaneció. El 3 de enero, Panam Sports retiró la sede a Barranquilla, citando incumplimientos contractuales, incluido el incumplimiento del Gobierno Nacional de realizar un pago adicional de 8 millones de dólares antes del 30 de diciembre, a pesar de que la ciudad había cumplido con el pago inicial de 2,5 millones de dólares.
La respuesta oficial de Panam Sports, llegada el 1 de febrero, excluyó definitivamente a Barranquilla y abrió la puerta a Lima y Asunción para organizar los Juegos Panamericanos 2027. Este giro en los acontecimientos ha generado una amplia discusión sobre la capacidad de Colombia para albergar eventos deportivos internacionales de gran envergadura y las implicaciones políticas y económicas de los incumplimientos contractuales.