En un giro que promete transformar el panorama del fútbol colombiano, la ministra del Deporte, Luz Cristina López, ha anunciado una decisión que pone en jaque a los clubes más grandes del país, especialmente a Atlético Nacional y Deportivo Independiente Medellín. En un esfuerzo por mitigar la utilización de la fuerza pública en eventos deportivos, la propuesta obliga a los clubes de fútbol a tomar plena responsabilidad por la logística y seguridad dentro de los estadios, una medida que promete tener un impacto financiero significativo, especialmente en aquellos con altas asistencias.
La decisión se enmarca dentro de un intento por erradicar la violencia de los escenarios deportivos, promoviendo que los propios clubes asuman el control y la financiación de las medidas de seguridad necesarias durante los partidos. Esta nueva responsabilidad incluiría el costoso pago a servicios de seguridad privada, lo cual representa una carga adicional para los equipos, ya de por sí enfrentados a complejidades económicas.
La ministra López ha subrayado la importancia de este cambio durante una rueda de prensa, anunciando una serie de reuniones y comisiones, incluyendo una mesa técnica con la Policía, la Dimayor, el Mindeporte y el Ministerio del Interior, destinadas a definir el alcance de la presencia policial en los eventos deportivos y transferir la responsabilidad logística y de seguridad a los clubes. Esta transición busca excluir a los violentos de los espectáculos deportivos, en línea con las políticas de seguridad del gobierno.
La posición del gobierno choca frontalmente con la postura previamente expresada por la Dimayor, que sostiene que las obligaciones relativas a la seguridad y el orden público deben recaer en las autoridades administrativas y de policía, tanto a nivel nacional como local, y no pueden ser transferidas a los clubes ni a terceros contratados para la logística de los eventos.
Atlético Nacional ya había manifestado preocupación por la disminución del apoyo de la Policía Nacional en tareas de seguridad, subrayando el riesgo que esto supone para los derechos y libertades de los asistentes a eventos masivos de interés público. La iniciativa de Mindeporte, aunque busca un deporte más seguro y pacífico, abre un intenso debate sobre la viabilidad financiera y operativa para los clubes, cuyas repercusiones se sentirán no solo en Medellín sino en todo el fútbol colombiano.