En un golpe contundente contra la criminalidad, las autoridades de Medellín y Bello desarticularon la banda conocida como ‘Los Peludos’, una organización que controlaba actividades ilícitas en la región, incluidas extorsiones y cobros de “vacunas”. En el operativo, que incluyó 20 allanamientos y 18 órdenes de captura, se detuvieron a 17 presuntos integrantes de esta estructura criminal, quienes tenían vínculos con el grupo delincuencial organizado ‘Los Chatas’, considerado uno de los más influyentes en el norte del Valle de Aburrá.
Según las investigaciones, ‘Los Peludos’ ejercían su dominio no solo sobre grandes negocios, sino también sobre actividades menores como la venta de arepas, utilizando menores de edad para cobrar extorsiones y amenazar a comerciantes. Entre los delitos imputados a los capturados están concierto para delinquir agravado, extorsión agravada, desplazamiento forzado y porte ilegal de armas. Entre los detenidos figuran alias John Popó, Ñato, Pirulín, Coy y El Flaco, identificados como cabecillas y principales operadores.
La Fiscalía también reveló que esta banda generaba ingresos significativos mediante actividades ilegales y mantenía su poder gracias al uso de la intimidación, el desplazamiento forzado y la coacción en el comercio y transporte público. En el operativo, las autoridades incautaron armas, vehículos y documentos que fortalecerán el proceso judicial en su contra.
En paralelo, el Gaula de la Policía llevó a cabo otro operativo en Medellín, que resultó en la captura de seis personas acusadas de extorsión en casos aislados. En uno de ellos, tres sujetos fueron sorprendidos mientras exigían dinero a un ciudadano en el parque San Antonio. En otro, tres personas fueron aprehendidas cuando pretendían cobrar un rescate para devolver un celular robado.
La captura de ‘Los Peludos’ representa un avance en la lucha contra las organizaciones que perpetúan la inseguridad y el miedo en Medellín y Bello. Estas estructuras no solo afectan la economía local mediante la extorsión, sino que también fracturan la convivencia en las comunidades al imponer su dominio por medio de la violencia. Es vital que este operativo sea el inicio de un proceso judicial ejemplar que desmantele las redes de apoyo y financiamiento que sostienen a estas bandas. La seguridad y el progreso económico dependen de una justicia eficaz y de la constante vigilancia por parte d