Colombia se prepara para una multitudinaria movilización el próximo sábado, 23 de noviembre, en rechazo al Gobierno del presidente Gustavo Petro. La jornada, convocada por diversos sectores ciudadanos y liderada por figuras como Jaime Arizabaleta, Josías Fiesco y Diego Santos, busca expresar el descontento con las políticas gubernamentales, las condiciones económicas y de seguridad, y la ejecución de reformas que, según los organizadores, afectan directamente a la clase media y sectores productivos del país.
Los promotores de la marcha argumentan que las decisiones del Gobierno han llevado al país a una situación crítica. Entre los principales motivos, destacan el aumento de la criminalidad, el supuesto debilitamiento de instituciones como Ecopetrol, la baja ejecución presupuestal en varias carteras, y reformas tributarias que consideran perjudiciales para la economía de los colombianos. En el ámbito de seguridad, Arizabaleta denunció que regiones como el suroccidente del país están bajo el control de grupos criminales, mientras que Fiesco criticó al Ejecutivo por priorizar sectores marginales por encima de jóvenes deportistas y emprendedores. Diego Santos, por su parte, calificó al Gobierno como un modelo «que premia la trampa y el delito» y llamó a la ciudadanía a movilizarse para defender los valores democráticos y económicos de Colombia.

La marcha se realizará en las principales ciudades del país, incluyendo Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, además de localidades más pequeñas como La Ceja, Yopal y Pasto. También habrá movilizaciones en el exterior, en ciudades como Miami y Nueva York. Los organizadores han definido puntos específicos de encuentro y horarios, destacando que las marchas comenzarán en su mayoría a las 10:00 a.m.
Esta convocatoria, que lleva como lema «Mejor marchar que marcharse», apela a sectores sociales que, según sus líderes, han sido afectados por las políticas del gobierno actual. Se prevé que esta movilización sea un nuevo termómetro político frente al Gobierno Petro, marcando un hito en la resistencia ciudadana a las decisiones que se han venido tomando en los últimos dos años. Los organizadores invitaron a la ciudadanía a unirse, asegurando que esta es una oportunidad para mostrar que aún es posible «salvar al país».