El presidente Gustavo Petro participó activamente en la Cumbre del G20, celebrada en Brasil, donde propuso medidas ambiciosas para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la desigualdad económica y los conflictos internacionales. Durante el evento, que reúne a las mayores economías del mundo, Petro destacó la necesidad de implementar una renta básica universal y transformar las Conferencias de las Partes (COP) en mecanismos con decisiones vinculantes para frenar la crisis climática.
En reuniones bilaterales con líderes de Brasil, México y Chile, Petro enfatizó en la integración regional como herramienta para enfrentar desafíos comunes, incluyendo el combate contra redes criminales transnacionales, la infraestructura compartida y la producción agrícola. En su encuentro con México, se priorizó la cooperación en proyectos ferroviarios y agrícolas, así como la movilidad laboral en la región.

Durante su intervención, Petro abordó la gobernanza mundial y abogó por eliminar el poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, permitiendo una “democracia global” que erradique guerras y priorice la vida en el planeta. También propuso que América Latina y África lideren la transición hacia energías limpias, dada su riqueza en recursos renovables. Como próximo presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), anunció encuentros con la Unión Africana y la Liga Árabe para fortalecer estas alianzas.
Sobre la inteligencia artificial, advirtió sobre su impacto en el empleo y la desigualdad, proponiendo cambios en las finanzas públicas globales para evitar un aumento en el hambre. En relación con la guerra en Ucrania, Petro instó a un diálogo directo entre Rusia y Ucrania, sin intermediarios, destacando la necesidad de una solución liderada por los propios pueblos eslavos.

Las propuestas de Petro en el G20 reflejan su interés por posicionarse como un líder global progresista. Su enfoque en la renta básica universal y la vinculación de acuerdos climáticos responde a desafíos urgentes, pero enfrenta obstáculos por el consenso necesario entre las grandes potencias. La insistencia en una gobernanza más democrática y en la unión de regiones emergentes como América Latina y África muestra una estrategia para diversificar alianzas frente a la hegemonía de países desarrollados.