En una decisión sin precedentes, el gobierno colombiano ha nombrado a 18 exjefes paramilitares como gestores de paz, con el objetivo de fortalecer los procesos de reconciliación y avanzar en la construcción de una paz duradera en el país. Entre los designados se encuentran figuras prominentes de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), como Salvatore Mancuso, Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, y Carlos Mario Jiménez, conocido como ‘Macaco’.
Esta iniciativa busca aprovechar la experiencia y el conocimiento de estos excombatientes en la dinámica del conflicto armado colombiano, para facilitar procesos de desarme colectivo y promover garantías de no repetición. El Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, ha enfatizado que este nombramiento no implica impunidad, sino una oportunidad para que contribuyan activamente a la paz del país.
La designación de estos gestores de paz se enmarca en la política de ‘Paz Total’ impulsada por el presidente Gustavo Petro, que busca entablar diálogos con diversos actores armados y criminales para poner fin a más de seis décadas de conflicto interno. Según datos oficiales, desde la implementación de esta política, se han iniciado conversaciones con al menos siete grupos armados, incluyendo el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC.
Sin embargo, esta medida ha generado controversia y críticas por parte de sectores que consideran que podría otorgar beneficios indebidos a individuos responsables de graves violaciones de derechos humanos. Organizaciones de víctimas han expresado su preocupación por la posibilidad de que estos nombramientos puedan diluir la responsabilidad de los exparamilitares en crímenes cometidos durante el conflicto.
El gobierno ha reiterado que los gestores de paz deberán cumplir con estrictas condiciones, incluyendo la contribución a la verdad, la reparación a las víctimas y el compromiso de no reincidir en actividades delictivas. Se espera que, a través de su participación, se logren avances significativos en la desmovilización de grupos armados y en la consolidación de la paz en las regiones más afectadas por la violencia.