Las Fuerzas Militares de Colombia llevaron a cabo una serie de operaciones en el municipio de Solano, Caquetá, que resultaron en la muerte de seis miembros de las disidencias de las Farc, específicamente de la estructura Carolina Ramírez, que continúa operando en la región. Estos operativos, que se concentraron en áreas rurales, responden a la intención de las disidencias de controlar rutas estratégicas para el narcotráfico y la explotación ilegal de recursos mineros.
Las tropas se desplegaron en puntos críticos como Bocas del Caguán y Los Estrechos, con el fin de garantizar la seguridad de las comunidades locales y restablecer el control territorial. Estas acciones, en las que no se reportaron bajas entre los miembros de las Fuerzas Militares, forman parte de un esfuerzo continuo por desarticular las actividades ilegales de estos grupos armados, quienes mantienen disputas internas por el control de zonas clave en la región amazónica.
Los enfrentamientos también buscan proteger la biodiversidad del Amazonas, afectada por la expansión de operaciones ilegales ligadas al narcotráfico y la minería. La intervención militar ha sido bien recibida por los habitantes de la región, quienes esperan que estas acciones refuercen la percepción de seguridad y reduzcan el impacto de las actividades delictivas de las disidencias.
El Ejército Nacional confirmó que estas operaciones son parte de un plan estratégico para recuperar el control de territorios claves y evitar posibles desplazamientos forzados de las comunidades afectadas. Aunque aún no se ha determinado si las operaciones se extenderán a otras zonas, la prioridad inmediata es garantizar la tranquilidad en Solano y áreas aledañas.
En paralelo, las Fuerzas Militares monitorean la zona para evitar que otros frentes disidentes intenten reagruparse o retomar el control de corredores estratégicos en la región.