En un pronunciamiento que sacudió al sector energético colombiano, el presidente Gustavo Petro declaró que la política de su gobierno es disminuir a cero la demanda de gas en los próximos diez años. Durante la clausura de la Feria de las Economías para la Vida, en Barranquilla, el mandatario dejó claras sus intenciones de dirigir a Colombia hacia una transición energética que elimine el uso de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.
Petro indicó que la prioridad de su administración no es satisfacer una demanda creciente de gas, sino reducirla progresivamente hasta desaparecerla. “No se puede vivir del gas, hay que vivir”, afirmó el presidente, al tiempo que expresó que los hallazgos de nuevos pozos de hidrocarburos ya no generan alegría en la humanidad, sino preocupación. La instrucción directa al presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, fue clara: el foco debe ser cómo disminuir la demanda y no cómo atender una mayor oferta.
Este cambio de rumbo contrasta con los recientes descubrimientos en la costa Caribe, como el hallazgo en el pozo Uchuva 1, que promete ser una fuente importante de gas para el país. Sin embargo, Petro insistió en que la transición hacia una matriz energética “limpia”, basada en energías renovables como la solar y la hidroeléctrica, debe acelerar, y que Colombia ya tiene la capacidad de generar una parte significativa de su energía sin emitir CO₂.
A pesar de la importancia de estos recursos para la autosuficiencia energética del país, el gobierno busca encaminar a Colombia hacia una economía sostenible y libre de hidrocarburos, un plan que, si bien ambicioso, ha generado tensiones en el sector energético y entre los defensores de la industria del gas. El presidente afirmó que el país debe apostar por la vida y la sostenibilidad, dejando atrás el modelo económico dependiente de recursos no renovables que, según él, ya no es viable para el futuro.