En medio de un clima político tenso y con diversos sectores cuestionando su gestión, el gobierno de Gustavo Petro lanzó oficialmente las bases de su esperado acuerdo nacional. La propuesta, presentada por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, busca convocar a los distintos actores políticos, sociales y económicos del país a un diálogo constructivo, en un intento por estabilizar el panorama y mitigar los conflictos que han sacudido la coalición de gobierno en los últimos meses.
Uno de los ejes principales del acuerdo es la promoción de la no violencia y la mejora del debate político. Cristo subrayó la necesidad de «desescalar el lenguaje» en la política y erradicar la estigmatización, en un país donde la polarización sigue siendo una fuente de conflicto. Además, el acuerdo busca un compromiso firme para evitar que grupos armados interfieran en los procesos electorales y garantizar la protección de los líderes sociales, muchos de los cuales han sido asesinados en los últimos años.
Otro punto central es el cierre de cualquier posibilidad de reelección presidencial, con el objetivo de fortalecer la democracia y evitar alteraciones en los periodos de los mandatarios de elección popular. En este sentido, se buscará avanzar en reformas al sistema político y electoral, con el fin de hacerlo más transparente y eficiente, abordando también el financiamiento de campañas y fortaleciendo a los partidos políticos.
El acuerdo llega en un momento crítico para el gobierno de Petro, que enfrenta crecientes tensiones dentro de su propia coalición, además de la resistencia de sectores opositores y las críticas por su relación con figuras controvertidas como el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso. La implementación de este pacto será fundamental para lograr una mayor gobernabilidad en un contexto político altamente fragmentado.