El representante a la Cámara por Antioquia, Alejandro Toro Ramírez, volvió a negar conocer a Henry Alberto Saldarriaga, contratista de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD), quien figura como principal aportante a su campaña política con un crédito de $600 millones. Este nuevo desmentido surge tras la publicación de reportes que muestran la relación de Saldarriaga con su campaña, en un contexto marcado por acusaciones de irregularidades en contratos estatales.
Saldarriaga, quien se vio envuelto en el escándalo tras ser vinculado con la UNGRD, aparece en los informes de Cuentas Claras como el mayor contribuyente a la campaña de Toro. Sin embargo, el congresista insiste en que, debido al formato de lista cerrada del Pacto Histórico, no tuvo conocimiento directo de los aportantes asignados. «Nos colocaron todos los recursos de la campaña en los informes al CNE de manera legal», afirmó Toro, refiriéndose a la asignación de aportes de campaña a su nombre.

La controversia se intensificó después de que el exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, y el director de la UNGRD, Carlos Carrillo, intercambiaran señalamientos sobre posibles irregularidades dentro de la entidad. Carrillo apuntó a que Saldarriaga, además de ser donante, fue contratado por la UNGRD con un salario mensual de $19.900.000, lo que generó dudas sobre el origen y destino de los fondos de campaña.
El escándalo ha puesto bajo la lupa no solo a Toro, sino también a otros miembros del Pacto Histórico, como Luis Eduardo Llinás Chica, quien gerenció la campaña y enfrenta investigaciones por su rol en la adjudicación de contratos dentro de la UNGRD. Aunque Toro continúa negando conocer a Saldarriaga, las conexiones entre su campaña y los contratos de la UNGRD siguen siendo objeto de escrutinio por parte de la opinión pública y las autoridades.