En una decisión que promete transformar la participación juvenil en Colombia, el Gobierno ha emitido el decreto 1079 del 23 de agosto, que establece el Servicio Social para la Paz como una alternativa al servicio militar obligatorio. Este nuevo esquema, con una duración de 12 meses, permitirá a los jóvenes entre 18 y 24 años optar por participar en actividades sociales y comunitarias en lugar de prestar servicio militar, brindándoles la oportunidad de contribuir al desarrollo del país desde una perspectiva pacífica.
El Servicio Social para la Paz no solo estará disponible para quienes opten por esta modalidad en lugar del servicio militar, sino también para jóvenes exonerados del servicio militar obligatorio y mujeres que deseen participar de manera voluntaria. Se espera que las convocatorias para este programa se realicen en el último trimestre de cada año, permitiendo a miles de jóvenes involucrarse en proyectos que fomenten la paz y el bienestar social.
Este innovador servicio ofrece 11 modalidades de participación, que incluyen actividades como alfabetización digital en zonas rurales, trabajo con víctimas del conflicto armado, promoción de derechos humanos y apoyo a la implementación de los acuerdos de paz. Además, se contemplan labores de protección ambiental, trabajo con personas en situación de vulnerabilidad y la promoción de la educación en gestión del riesgo y cambio climático, entre otras.
Los participantes recibirán un auxilio económico equivalente al 80% del salario percibido por un soldado regular, junto con beneficios adicionales como dotaciones, auxilio de transporte y una bonificación de Navidad. El programa estará bajo la supervisión de un Comité Técnico, compuesto por los ministros de Defensa, Educación, Igualdad y Equidad, entre otros altos funcionarios, quienes se encargarán de garantizar el cumplimiento y la eficacia de este servicio.
Con esta iniciativa, el Gobierno busca no solo ofrecer una alternativa al servicio militar, sino también empoderar a los jóvenes para que sean agentes activos en la construcción de una paz duradera y el desarrollo sostenible del país. La expectativa es que este nuevo modelo de servicio social se convierta en una herramienta clave para fortalecer la cohesión social y promover un compromiso cívico entre la juventud colombiana.
