En medio de la creciente crisis política en Venezuela, el gobierno de Estados Unidos ha propuesto una amnistía a Nicolás Maduro y a altos funcionarios de su régimen a cambio de que el mandatario venezolano abandone el poder. Esta oferta, respaldada por la administración de Joe Biden, pretende facilitar una transición política en Venezuela antes de que el actual presidente estadounidense termine su mandato en enero.
La propuesta incluye garantías para que Maduro y otros miembros del chavismo no enfrenten cargos en Estados Unidos, donde actualmente se ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por información que conduzca a la captura del líder venezolano. Según fuentes cercanas a las conversaciones, Washington «ha puesto todo sobre la mesa» con el objetivo de asegurar la salida de Maduro y evitar un retorno a políticas más duras, especialmente si el Partido Republicano gana las elecciones presidenciales de noviembre.

A pesar de estas ofertas, Maduro se ha mostrado renuente a ceder el poder, insistiendo en que cualquier diálogo con Estados Unidos debe ser respetuoso. La negativa del régimen a aceptar acuerdos anteriores y la falta de transparencia en las recientes elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que Maduro fue declarado ganador, han intensificado las tensiones. La oposición venezolana, que acusa al gobierno de fraude, ha publicado más del 80% de las actas que, según ellos, confirman la victoria del candidato opositor Edmundo González Urrutia.
El futuro de Venezuela sigue siendo incierto, con un gobierno que ha resistido sanciones internacionales, un éxodo masivo de ciudadanos y una crisis económica devastadora. Sin embargo, la presión internacional, especialmente de parte de Estados Unidos, podría ser un factor decisivo en la resolución de este prolongado conflicto.