Las autoridades de Miami detuvieron al jordano-estadounidense Hamzeh Anasweh, de 57 años, en el aeropuerto internacional cuando intentaba abordar un vuelo hacia Medellín. Anasweh, quien tiene investigaciones en curso por delitos sexuales contra menores de edad en Colombia, fue arrestado por agentes del HSI (Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional) y la Policía de Aduanas y Protección Fronteriza, gracias a la alerta Angel Watch.
El sospechoso ya había visitado Colombia en 13 ocasiones desde 2019, con 11 de estos viajes realizados después de agosto de 2022. Las autoridades sospechan que estas visitas estaban vinculadas a actividades ilícitas, dado que una de sus víctimas, una menor de 17 años, proporcionó pruebas cruciales que permitieron su detención. En su teléfono celular, incautado durante la captura, se encontraron múltiples imágenes de mujeres jóvenes, en su mayoría menores de edad.
Además de las pruebas visuales, la investigación reveló que Anasweh enviaba dinero regularmente a familiares de sus víctimas, lo que refuerza la hipótesis de su implicación en una red de explotación sexual. A pesar de sus argumentos de que las víctimas eran mayores de edad y que solicitaba cédulas para evitar problemas legales, las pruebas en su contra son contundentes.
Este arresto es parte de una ofensiva más amplia contra la explotación sexual en Medellín. Desde el inicio de la campaña «No lo intentes, es un delito» en abril, se han capturado a 13 extranjeros por delitos sexuales en la ciudad, cinco de ellos solo en la última semana. La campaña, que busca frenar la explotación sexual de menores, ha sido fundamental para detectar y detener a individuos como Anasweh, que creen que pueden escapar de la justicia.
Las autoridades colombianas, en colaboración con organismos internacionales, continúan intensificando sus esfuerzos para proteger a los menores de edad y asegurar que los perpetradores enfrenten las consecuencias de sus acciones. La captura de Anasweh no solo refuerza el compromiso de las autoridades en esta lucha, sino que también envía un mensaje claro: no hay lugar para la impunidad en casos de delitos sexuales contra menores.