La final de la Copa América 2024 entre Colombia y Argentina se vio ensombrecida por un incidente que involucró al presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, y su hijo Jamil. Ambos fueron detenidos por las autoridades norteamericanas después de protagonizar una pelea con personal de seguridad en el Hard Rock Stadium de Miami.
El altercado ocurrió al finalizar el partido, cuando Ramón Jesurún y su hijo intentaron acceder a una zona restringida del estadio, lo que provocó un enfrentamiento con los guardias de seguridad. Según el informe de arresto del departamento de Policía de Miami-Dade, el incidente se escaló rápidamente cuando los Jesurún comenzaron a gritarle a los guardias. La situación se tornó física cuando uno de los guardias colocó una mano en el pecho de Jamil Jesurún para impedir su avance, momento en el que Ramón Jesurún empujó al guardia y su hijo atacó a otro oficial, golpeándolo con fuerza.
El guardia agredido por Jamil Jesurún fue trasladado al Jackson North Medical Center de North Miami Beach debido a la gravedad de sus heridas. Posteriormente, los Jesurún fueron llevados al Centro Correccional Turner Guilford Knight, ingresando después de las 4:15 a.m. del lunes. Ramón Jesurún, de 71 años, enfrenta una fianza de 2,000 dólares, mientras que su hijo, de 43 años, deberá pagar 4,000 dólares para obtener su libertad.

El video del altercado ha circulado ampliamente en redes sociales, mostrando a Jamil Jesurún visiblemente alterado mientras se enfrentaba a los guardias de seguridad. Este incidente ha generado preocupación sobre las posibles repercusiones para Ramón Jesurún, quien también es vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y miembro del Consejo de la FIFA.
Las autoridades del Hard Rock Stadium han expresado su consternación por los disturbios y han indicado que se llevarán a cabo judicializaciones contra los responsables. Este evento, sumado a los actos de vandalismo perpetrados por algunos aficionados colombianos tras la derrota de su selección, ha empañado lo que debería haber sido una celebración deportiva.
A medida que se desarrolle el caso, la comunidad futbolística y los seguidores están atentos a las implicaciones que este incidente podría tener en los cargos que ostenta Ramón Jesurún tanto a nivel nacional como internacional en el mundo del fútbol.