En un operativo conjunto entre la Policía Nacional de Colombia y la Policía Federal de México, fue capturado Cristóbal Fernández Viamonte, presunto líder de una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres colombianas en México. La detención se llevó a cabo en un centro comercial de Medellín, tras un seguimiento de más de 90 días por parte de las autoridades.
Fernández Viamonte, de nacionalidad cubano-mexicana, llegó a Colombia hace cuatro años y se presentaba como un acaudalado empresario. Residiendo en una lujosa casa campestre en El Poblado y movilizándose en vehículos blindados con un numeroso equipo de seguridad, logró engañar a muchas mujeres en situación de vulnerabilidad. Las víctimas, provenientes de ciudades como Cali, Medellín y Bogotá, eran convencidas de viajar a México con falsas promesas de trabajo como meseras, solo para ser explotadas sexualmente en ciudades como Cancún y Mérida.
Las investigaciones revelaron que las mujeres eran despojadas de sus pasaportes al llegar a México y obligadas a firmar contratos de deuda que las atrapaban en una situación de esclavitud. Algunas lograron escapar y buscar ayuda en consulados o autoridades mexicanas, quienes facilitaron su repatriación. Este caso destaca la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra la trata de personas.
Fernández Viamonte acumuló un patrimonio ilícito superior a los 8 mil millones de pesos, producto de la explotación de mujeres. Las autoridades indicaron que la organización criminal utilizaba cartas de invitación desde México para evadir controles migratorios y mantener a las víctimas en casas de seguridad antes de iniciar su explotación. Las víctimas, muchas de ellas de escasos recursos, enfrentaron una dura realidad al ser forzadas a cumplir con contratos que nunca podrían pagar.
Actualmente, Fernández Viamonte está bajo custodia de la Fiscalía General de la Nación, mientras se tramita su extradición. Las autoridades continúan trabajando para desmantelar completamente la organización y capturar a otros involucrados que operan tanto en Colombia como en México. Este golpe a la red de trata de personas es un paso significativo en la lucha contra este grave delito, y se espera que más víctimas puedan ser liberadas y recibir la ayuda necesaria para reconstruir sus vidas.