El primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció su dimisión tras las elecciones legislativas de este domingo. Attal, sin embargo, se mostró dispuesto a dirigir el Ejecutivo de forma provisional ante la situación de bloqueo parlamentario y la proximidad de los Juegos Olímpicos de París, que comienzan el próximo 26 de julio.
“Nuestro país afronta una situación política sin precedentes y se prepara a acoger al mundo en algunas semanas”, dijo Attal, refiriéndose a los Juegos Olímpicos. “Por tanto, asumiré evidentemente mis funciones todo el tiempo que el deber me lo exija”, añadió en una declaración oficial tras conocerse las proyecciones de escaños para la nueva Asamblea Nacional.
En las recientes elecciones, la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) obtuvo la mayoría de los escaños, seguida por el bloque macronista y, en tercer lugar, la ultraderecha lepenista. Attal pidió «responsabilidad» a los grupos políticos, subrayando que en el nuevo mapa político «los extremos no pueden impulsar una mayoría absoluta» en la Asamblea.
El primer ministro saliente aseguró que estas elecciones han evitado tres grandes peligros que, según él, acechaban al país: una mayoría de la extrema derecha, una mayoría del NFP con un fuerte influjo de la extrema izquierda y la liquidación del movimiento político macronista.
Gabriel Attal, en su mensaje, enfatizó la necesidad de unidad y colaboración entre las distintas fuerzas políticas para garantizar la estabilidad del país, especialmente en un momento tan crucial como la organización de los Juegos Olímpicos. Su dimisión marca un momento de incertidumbre en la política francesa, mientras el país se prepara para enfrentar nuevos desafíos en el panorama legislativo y gubernamental.
