En un incidente que ha conmocionado a la comunidad de Tibú, Norte de Santander, el alcalde Richar Claro sufrió un atentado la noche del sábado 6 de julio mientras se dirigía con su familia al corregimiento La Gabarra. Según las autoridades, hombres armados dispararon contra el vehículo en el que se transportaba el mandatario, luego de que este no se detuviera en un retén ilegal en el sector conocido como «La 45».
El ataque ocurrió alrededor de las 10:30 de la noche cuando dos sujetos motorizados hicieron una señal para que el vehículo del alcalde se detuviera. Al no acatar la orden, los hombres abrieron fuego contra el carro. Afortunadamente, Richar Claro y su familia salieron ilesos del atentado, aunque el vehículo resultó con varios impactos de bala, particularmente en la ventana del copiloto.
El comandante de la Policía de Norte de Santander, coronel Néstor Arévalo, confirmó que se están llevando a cabo las investigaciones pertinentes para esclarecer los hechos. «Se presentó una situación donde, al parecer, sujetos armados pretendían hacer parar el vehículo que transportaba al señor alcalde y que conducía él mismo. Lamentablemente, el vehículo fue impactado en una oportunidad», informó el coronel Arévalo.
La noticia ha generado un amplio repudio y solidaridad hacia el alcalde y su familia. El exconcejal de Bogotá y senador, Antonio Sanguino, expresó su condena a través de sus redes sociales, pidiendo un refuerzo en la seguridad del alcalde y de la región del Catatumbo. «Un hecho que merece nuestro repudio, la solidaridad con el alcalde, su familia y la ciudadanía de Tibú y el Catatumbo, y el reforzamiento de su seguridad y protección», publicó Sanguino.
Tibú ha sido históricamente afectado por la presencia de grupos armados ilegales, que han llevado a cabo múltiples atentados tanto contra autoridades locales como contra la infraestructura policial. Hace más de un año, un ataque a la estación de Policía del municipio resultó en la muerte de dos uniformados y una mujer debido a la detonación de un explosivo.
Richar Claro, quien ha venido solicitando garantías para la seguridad de los líderes y concejales de su municipio, ha denunciado amenazas constantes y la muerte de dos líderes sociales entre mayo y junio de este año. El atentado del sábado subraya la urgente necesidad de reforzar las medidas de protección en Tibú y en toda la región del Catatumbo.
